Lamartine fue el primer poeta romántico que descubrimos en la cátedra. Junto con su biografía fuimos conociendo las obras que escribió:
- 1818-Tragedia de tema bíblico Saül
- 1820-Aparición de Meditations poétiques. Éxito: nacimiento de la lírica romántica.
- 1823- Nouvelles méditations poétiques
- 1825- Le dernier chant du pèlerinage d'Harold
- 1830- Harmonies poétiques et religieuses
- 1831- Sur la politique rationelle
- 1835- Voyage en Orient.
- 1836- Jocelyn
- 1838- La Chute d’un ange
- 1839- Recueillements poétiques
- 1843- Graziella
- 1847- Histoire des Girondins
- 1849- Obras autobiográficas. Raphaël
- 1850- Toussaint Louverture
- 1851- Le Tailleur de pierre de Saint-Point. Geneviève, histoire d'une servante.Nouvelles Confidences
- 1856- Le Désert, ou l'Immatérialité de Dieu
- 1857- La Vigne et la Maison
- 1863- Fior d'Aliza
- 1867- Antoniella
- Entre 1856 y 1869 Cours familier de Littérature, 28 volúmenes
(entre otras obras)
Las Meditaciones poéticas
Este libro significó la irrupción del lirismo romántico en un contexto en el que dicho movimiento había hecho su aparición preferentemente en el discurso del ensayo o de la narración. Debido a su enorme éxito, se realizaron numerosas ediciones en poco tiempo. ¿A qué se debe el éxito de las Meditaciones? Hay varias razones:
- Sacaron a la poesía de un estado de crisis al que la había llevado el siglo de las luces (s. XVIII)
- Formalizaron la sensibilidad difusa de la época: la insatisfacción del yo frente al mundo, la aspiración al ideal, la exaltación del individuo.
- Al presentar la visión de un orden perdido y el anhelo de otro nuevo, ciertos poemas del volumen formalizaron expectativas sociales de distintos grupos que habían intervenido en el proceso político desde la revolución en adelante.
La novedad de Lamartine consistió en plantear en esta obra una especie de “poética del despojamiento, de la transparencia, de la fluidez”, que contrastaba con la poesía clásica y con su pesada batería retórica que abordaba esos mismos temas apelando a la fuerza de las figuras, en especial de la alegoría.
Temas de los poemas
- El sentimiento de desamparo y de vacío ante la pérdida de una amada, su recuerdo constante .
- La infancia como paraíso perdido y la naturaleza como lo que no cambia; la rebeldía contra los designios de Dios, visto como un Absoluto insensible frente a la criatura y la respuesta a este reclamo; el entusiasmo inspirador; la definición del estatuto o del destino del poeta.
- La naturaleza como templo de Dios; la fe dadora de consuelo al alma desdichada; la recreación de la figura de Saúl; la alabanza del sol; el sentimiento de partida de la existencia o del paso del tiempo; la evocación de la figura de Cristo en la pasión; la comparación entre Dios y su criatura; la celebración de la manifestación de Dios de acuerdo con los libros sagrados.
Mensaje del volumen
Una misma cosmovisión da unidad al mensaje del poemario: la vida sobre la tierra es exilio, duelo, miseria y sufrimiento, de acuerdo con una visión sacrificial del mundo. En el centro de este vacío se halla el hombre que sólo puede escuchar su corazón. Solo la muerte, metaforizada mediante los motivos sumamente recurrentes del río, la embarcación, el puerto, es sentida como una liberación. Esta manera de percibir el mundo encuentra su motivo en la conmoción que provoca la ausencia de la amada, Elvira.
Se trata de una figura que se diseña a lo largo del volumen y que metamorfosea diversas experiencias personales del escritor.
Lamartine transforma literariamente al menos tres relaciones amorosas:
- muchacha italiana conocida durante la juventud, que dará lugar en 1843 al relato Graziella;
- Mme. Julie Charles, a quien conoce en 1816 y quien fallece hacia fines de 1818;
- figura femenina que da sentido a la existencia, posiblemente su futura esposa, María Ana Elisa Birch.
Aunque la aparición de Elvira sea discreta, 7 poemas sobre 24, cada uno de ellos representa diversos estados afectivos, desde el aferrarse al recuerdo como fuente de consolación en “El lago”, hasta el vacío existencial de una pérdida concebida como una ausencia ontológica y cósmica, tal como puede percibirse en “El aislamiento”. El vacío es también silencio de Dios. Por último, el vacío responde a una experiencia política: la angustia que emana de una conciencia posrevolucionaria. El mundo del antiguo régimen ya no está, por lo tanto la realidad se abre a todos los posibles y genera incertidumbre.
Presencias literarias: La poesía amorosa y elegíaca de Parny; la obra de Chateaubriand (El genio del cristianismo), la obra de Jean Jacques Rousseau; la poesía elegíaca de los poetas del cementerio ingleses, como Gray; la Biblia (particularmente en poemas como los dedicados a Saúl o a la poesía sagrada; se advierte en este último la presencia del libro de Job; los salmos, los profetas); la filosofía griega (Pitágoras, Platón).
Algunos apuntes acerca de la forma
Desde el punto de vista formal, su lirismo no incorpora demasiadas innovaciones. Emplea de manera bastante sostenida el alejandrino en una forma bastante clásica.Tiene un tono oratorio, un repertorio de figuras de la poesía neoclásica. El efecto de encantamiento de sus mejores poemas es generado a través de estructuras binarias reiteradas, paralelismos sintácticos, estructuras globales de carácter quiasmático o especular. aliteraciones y asonancias, anáforas y balanceos retóricos.
El título
Desde el título se plantea una asociación poesía/ filosofía, que tiene como antecedentes a Descartes y sus Meditaciones metafísicas (1641), las Meditaciones cristianas y metafísicas (1683) de Nicolás Malebranche (1638- 1715), y las Meditaciones sobre el evangelio (1731) de Jacques Bénigne Bossuet, textos en los cuales el ejercicio intelectual de la meditación se entremezcla con lo sentimental, pasional, personal y místico. Otro antecedente es la obra del conde de Volney (1757-1820), Las ruinas de Palmira o Meditaciones sobre las revoluciones de los imperios (1791). De acuerdo con Gustave Lanson (1922), “la actitud de meditación, es decir del ensueño que se toma como forma de pensamiento, es una de las poses favoritas de Chateaubriand. De él, las nuevas generaciones aprenden a meditar a la orilla de los lagos y las fuentes”. En el contexto de los poetas ingleses del cementerio, pueden mencionarse las Meditaciones (1770) de James Harvey, traducidas al francés por Le Tourneur, obra de prosa poética que amalgama imágenes fúnebres, cuadros de la naturaleza, frases bíblicas, la reflexión filosófica teñida de sentimentalismo y la piedad cristiana (Lanson. 1922).
Desde el horizonte de las luces, el título es un oxímoron, mediante el cual se reivindican para la poesía las virtudes del pensamiento y la primacía de la sensibilidad sobre la razón. Hay una inversión del principio cartesiano "pienso, luego existo". Por el contrario esta poesía afirma: existo, siento, entonces pienso. El poeta se presenta ante el lector en una actitud de pensador que implica la usurpación del otros roles: el del filósofo, el del teólogo.
Así, el poema se transforma en el espacio para el desarrollo de los problemas más generales, irresolubles y, por ello, en permanente análisis; es decir, se atreve a abordar ejes filosóficos de la física, la ética o la metafísica. El poeta aparece como indagador, como cantor pensante, que practica entonces una suerte de orfismo que persistirá en la poesía romántica y ganará en amplitud: penetra y revela los secretos del cosmos.
Sin embargo, el acento se desplaza: de un saber positivo sobre el mundo, impersonal/ objetivo, transmisible, enseñable, se pasa a la idea de la experiencia singular de un yo, el poeta, cuyo entusiasmo repercute en el lector.
La representación del paisaje
Aunque los poemas estén asociados a una experiencia personal, e incluso presenten referencias topográficas explícitas en el título (Le lac de B…; Le golfe de Baya) Lamartine toma motivos de otros autores. Sin embargo, el uso de estos clisés no impide que la poesía de Lamartine brinde, en la representación y el uso del paisaje, un aire renovador.
El proceso parte de un anclaje perceptivo, fundamentalmente visual, que cede su lugar a la imaginación para culminar en una visión. El poema instaura la alternancia de dos modos de aprehensión : a) la percepción del mundo exterior y b) la representación imaginaria de eso imperceptible que elude la mirada.
En función de la creencia en una unidad que trascendería la multiplicidad de las apariencias objetivas, este modo de la representación imaginaria se define como visionario. La relación espiritual entre la conciencia y un Dios percibido en sus manifestaciones sobredetermina las relaciones que se establecen entre la sensibilidad y el universo exterior. Hay en Lamartine una tendencia a presentar el paisaje natural como un espacio de intermediación entre los polos humano y trascendente, en el que el eje vertical es el modo de interacción de estos polos, marcado a través de la dirección de la mirada (hacia el valle/ hacia las estrellas).
La naturaleza aparece como una especie de seno maternal, acogedor, cuya función consiste en algunos poemas, como "El Valle", en proteger al sujeto, quien muchas veces se muestra como una entidad diminuta frente a la majestuosidad del espacio natural.
El paisaje, en Lamartine, tiene múltiples funciones:
- Es el ámbito en donde la meditación es posible. Constituye ese ámbito de soledad, de aislamiento necesario para que el proceso de la meditación poética se lleve a cabo.
- Es la manifestación de la presencia de Dios en el mundo, como en el poema "L’immortalité"
‘Dieu caché, disais-tu, la nature est ton temple!
L’esprit te voit partout quand notre œil la contemple ;
Des tes perfections, qu’il cherche à concevoir,
Ce monde est le reflet, l’image, le miroir ;
Le jour est ton regard, la beauté ton sourire ;
Partout le cœur t’adore et l’âme te respire ; (…)
- Frente al hombre que es puro devenir, el paisaje natural es lo que no cambia. Se sustrae a la vez al proceso degradante del tiempo y al movimiento de la historia:
Mais la nature est là qui t’invite et qui t’aime;
Plonge-toi dans son sein qu’elle t’ouvre toujours;
Quand tout change pour toi, la nature est la même,
Et le même soleil se lève sur tes jours.
- Por último, si bien la naturaleza da testimonio de las perfecciones divinas, carece de voz. Necesita de un sujeto que pueda hacer sentir la armonía que proviene de los acordes divinos del cosmos. Ese sujeto es el poeta.
Mais ce temple est sans voix. Ou son les saints concerts ?
D’où s’élèvera l’hymne au roi de l’univers ?
Tout se tait : mon cœur parle seul dans ce silence.
La voix de l’univers, c’est mon intelligence.
Sur les rayons du soir, sur les ailes du vent,
Elle s’élève à Dieu comme un parfum vivant,
Prête, pour l’adorer, mon âme à la nature. (…)
Cuáles son las 4 grandes harmónias que estoy leyendo un libro con textos de Lamartine pero no las enumera.
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